Caminatas
A veces, dar un paso es una decisión que no se toma, es una idea no premeditada, un acto sugestivo para el sistema nervioso y la conciencia que nos orilla a seguir adelante, a no detenernos, a jamás retroceder, a ir siempre sobre una larga e infinita marcha.
Cada huella será en el pasado una cicatriz en la historia: una marca inamovible que se fosiliza indemne sobre cada n
ueva experiencia, sobre el suelo puro del escenario voluble de la vida.
Es un registro de la grandeza de cada hombre, de la elevada ideología de cada mujer, de la pureza del niño, de la dulzura del infante o de la avidez del amante… tan solo hay que agachar la mirada y vernos los pies: estos son las manos que tocan siempre el suelo y elóleo de la tierra, es la base sobre la que pintamos, el pergamino y la hoja de papel sobre la que escribimos sin palabras, aquello en que plasmamos arte sin pinturas, ni pinceles, ni dedos. Este espacio es eterno e infinito, es redundante, es escabroso, es lúgubre, es efímero, es peligroso, indiferente… es de él, de ella y de nosotros. Posee flores con espinas, también árboles con garras, abarca igual la tierra de leche y miel, pasto y agua. Es de metal o de asfalto, es nuestro a cada paso, cada vez más propio e íntimo, cada vez más sutil y etéreo. Jamás evanescente. Siempre ignominoso y alucinante. Jamás exacto, determinado o inferible: pero sí conmesurable.
Hay entonces caminatas placenteras, algunas más difíciles, otras espantosas, y otras siempre exquisitas. Pero, el denominador común de todas ellas es el irrevocable hecho de ser siempre inolvidables y todas un recuerdo impreso en el pasado.
Por: Alexis