Cuán importante es decir la verdad
Aún hoy en nuestros días es importante el decir la verdad; a veces nos preguntamos si acaso ¿valdrá la pena el ser honesto?
En alguna ocasión durante su ministerio en la tierra, el Señor Jesucristo enseñó estas palabras “Nada hay oculto que no haya de salir a la luz”.
En los tiempos de los reyes de Israel, el rey David se había enamorado y seducido a Betsabé, mientras su esposo estaba en guerra, y a pesar de que David, había urdido un plan a la perfección para quedarse con ella, no contaba con que para Dios no hay nada oculto.
Tiempo después recibió una noticia por medio de Natán, profeta de Dios, quien primeramente le relato una historia tal y como sigue:
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El mentir siempre nos llevará a inventar una situación tras otra, siempre complicada y más complicada y más difícil de sostener, hasta que de pronto nos encontraremos cara a cara con la verdad. Esperando que tal vez nos venga un resultado trágico.
El decir la verdad siempre tendrá una justa paga. Había una vez un príncipe chino que buscaba esposa, y para ello convocó a las doncellas de su reino y entregó a cada una de ellas una semilla. Tiempo después las citó a todas ellas a palacio y solicitó que le trajeren el fruto de aquella plantación. Muchas doncellas desfilaron en esa ocasión con sus arreglos muy vistosos y frondosos, menos una, la cual su semilla no le dio fruto. Esta muchacha virtuosa decidió ir con la maseta vacía antes que mentir.
Ante la sorpresa de la concurrencia el príncipe pasó ante muchos arreglos hermosos pero sólo se detuvo la muchacha de la maseta vacía.
Ante la sorpresa del mundo aquel príncipe pronunció las siguientes palabras:
En el Salmo dice: “EL SEÑOR HARÁ RESPLANDECER TU JUSTICIA Y TU VERDAD»
Debemos confiar todos los días de nuestra vida en estas sabias palabras y depositar nuestra confianza en Dios. Nuestra honestidad podría ser una perla escondida ante los ojos del mundo que pronto podría premiar el Creador.